En primer lugar, hay que tener en cuenta lo que necesitamos para construirla, tanto de permisos como en capital. Una parte del coste se puede ir al proyecto y a las licencias municipales. Tendremos que presentar una memoria constructiva y descriptiva del proyecto, el cumplimiento del CTE, el cálculo de estructura e instalaciones, el estudio de seguridad y salud y, entre otros, aportar información geotécnica del terreno. Estos pueden suponer hasta un 7 % del coste total, unos 1000 euros, sobre todo si hay que contratar a un arquitecto si las obras son consideradas como "mayores".
Aportar todos estos datos mencionados anteriormente dependerá de cada consistorio, hay algunos que pueden pedir más o menos documentos. Eso sí, en todos los casos tendrás que abonar tasas municipales, impuestos y fianza de residuos. También hay que pagar una fianza para garantizar que no ocurren desperfectos en la vía pública (pueden rondar los 600 euros). Su ejecución es otra cosa.
El coste de la zona de baño dependerá también del tipo de piscina por la que apostemos. Por ejemplo, existen las de obra, las modulares de acero o las de fibra de vidrio. Por supuesto, en todos los casos, el precio se verá influido dependiendo del tamaño y la forma de la piscina, si la construcción se realiza en la superficie o en la azotea, el modelo de depuración o la instalación de ducha. De igual forma, el valor se incrementa si se desea climatización, la instalación de cubiertas o un equipo de iluminación.
Así, lo más normal es que, para el proceso de construcción, necesites, al menos, 12 000 euros, una cantidad a la que hay que añadir tanto el IVA como la documentación a aportar que te comentamos anteriormente. En el caso de que se deseen las piscinas prefabricadas, debes saber también que su cuantía es algo más baja (un 30 % aproximadamente menos que las de obra). De este modo, el gasto podría irse, dependiendo de las dimensiones, a entre 8000 y 10 000 euros.
Por último, no debes olvidar que a todo esto hay que añadir los lógicos costes de mantenimiento y operaciones, como el gasto en cloro, electricidad o climatización, entre otros.
Aunque nunca es tarde para instalarla, lo ideal es aprovechar el inicio de la primavera para empezar con el proyecto. Puede que haga buen tiempo (sin el frío intenso del invierno y el calor del verano) y las horas de luz son suficientes para hacer los trabajos.
Para que puedas disfrutar de la piscina, puedes pedirnos un préstamo que devolverás en una mensualidad fija y un plazo también fijado. Tras realizar la solicitud, sin que necesites un aval, en menos de 48 horas recibirás una respuesta por nuestra parte, la cual puede ser positiva o negativa. Todo sin salir de casa y sin informar a tu entidad financiera.
Sin importar en qué momento tengas la idea y la ejecutes, siempre ten presente que existen empresas como Younited que te pueden ayudar a cumplir el sueño de tener una piscina en tu propiedad. ¿Cómo? Con préstamos que financien parte o todo el coste de los estudios, impuestos, proyectos, materiales y el propio proceso constructivo (mano de obra). Contáctanos si deseas contar con mayor información. Te ayudamos a hacer realidad tus proyectos.