Los paneles solares funcionan con la luz del sol, tal y como su nombre indica. Por eso, en los días nublados o por la noche, su utilidad va a ser prácticamente nula. Los usuarios tienen dos alternativas cuando no estén funcionando las placas.
Por una parte, comprar acumuladores o baterías, que van almacenando la energía solar que no se utiliza al instante para "liberarla" cuando no haya sol y se necesite electricidad. Esta opción es bastante cara.
Pero hay otra posibilidad: seguir manteniendo el contrato con la empresa eléctrica de siempre. De esta manera, nunca te quedarás sin energía. Cuando no sea posible usar la energía solar, el sistema "tirará" de la energía eléctrica que tengas contratada. ¿Dónde está el ahorro? En las placas, ya que la energía solar que produzcan tus paneles y que no uses no se desaprovechará. Esta electricidad se venderá a las compañías eléctricas y su importe se restará de tu factura mensual.
Pero no hay que olvidar que la compra e instalación de las placas solares también tienen un coste, que ronda entre los 0,8 y 1,4 euros el kWh. Para una vivienda que consuma unos 6000 kW por hora al año, la instalación saldrá por entre 4.000 y 7.000 euros, según la empresa que se contrate y el número de placas.
Las placas solares pueden ahorrarte hasta el 50 % de tu factura eléctrica, pero has de tener claro que, por sí solas, no te harán independiente energéticamente. ¿De qué depende que el ahorro sea mayor o menor? De las siguientes variables:
Normalmente, junto con las placas, te dan de alta en una aplicación donde puedes ver tu consumo en tiempo real. De esa manera, compruebas en tu móvil cuál es el momento del día en el que las placas reciben la mayor luz solar. Podrás aprovechar entonces para poner lavadoras, lavavajillas, planchas, etc.
Si no tienes el dinero suficiente para la instalación de tus placas solares, puedes pedir un crédito rápido para placas solares. Normalmente, estos productos se solicitan por Internet. Si la documentación está bien, tienes el dinero en unas horas en tu cuenta de referencia.
Es mucho más sencillo y rápido que otros métodos más tradicionales y evitarás el papeleo que conlleva pedir el crédito a un banco. Luego, puedes devolver el dinero en las cuotas que te resulten más cómodas, con un pequeño interés.
El mercado del autoconsumo está en auge y muchas viviendas se han lanzado a la instalación de placas solares. Con ellas, podrás ahorrar hasta un 50 % en tu factura de la luz, a no ser que también instales baterías y puedas almacenar la energía. La electricidad que producen tus placas y que no consumes es "vendida" a tu distribuidora eléctrica, que será la encargada de hacerte el descuento en la factura. El precio de la instalación ronda los 5.000 euros y puedes pagarlo pidiendo un crédito rápido.