Podemos hablar de electrolineras como aquellas zonas que cuentan con el cableado y el sistema suficiente para abastecer de electricidad a los coches. No importa si se trata de un eléctrico puro o un híbrido, ambos deben ser capaces de cargar sus baterías en un tiempo razonable. Esto quiere decir que la velocidad de transmisión debe de ser la adecuada para el término. Si un punto de carga requiriera de una larga estancia para recargar las baterías, podría ser considerado aparcamiento electrificado.
Estos centros nacen de una necesidad y es que un vehículo de estas características no tiene autonomía del todo. Aunque un conductor cargue su vehículo toda la noche, en un viaje largo necesitará parar estratégicamente para cargar su coche. Exactamente igual que los coches de gasolina o diésel, con la diferencia de que las electrogasolineras escasean más. Esto puede ser un riesgo, ya que de no encontrar un punto, podrías quedarte parado.
Para cargar el coche basta con aproximarse y aparcar junto a un punto libre. Generalmente estos poseen el cable, por lo que no es necesario que lo lleves encima. Cada coche tiene un tiempo de carga diferente, eso es importante dejarlo claro. De hecho, las baterías de un híbrido enchufable tienen menos capacidad que las de un eléctrico normal.
Hay diferentes modos de cargar el coche, según incluyan corriente alterna (más rápida o no). En general hablamos de entre 4 y 8 horas para una carga completa. Parece lógico pensar que si el objetivo es hacer un trayecto mediano, no es necesario hacer la carga por completo. Además, los formatos más rápidos son los que encontramos en los centros comerciales. Estos pueden cargar un coche en 30 minutos.
En los casos en los que la carga es larga, el momento ideal es hacerlo mientras estás trabajando o mientras haces otras actividades en la ciudad. En otros casos, la mejor manera de encontrar el tiempo para encajar este tiempo de carga es hacerlo por la noche. Así, podrás ir de viaje y dejar cargando el coche mientras en un punto cercano. Cada vez aparecen más puntos en los centros de las ciudades, en las afueras y en las gasolineras convencionales, por lo que no debe ser complicado.
En España hay actualmente unos 4.300 puntos de carga, también denominados electrolineras. El objetivo es que para el año 2025 haya en España 11.000 de estos puntos. Por ahora parece una cifra difícil de conseguir, pero se espera que el ritmo se vaya acelerando. Es casi una obligación, ya que los planes de la Unión Europea contemplan que para el 2040 haya más de 100.000 puntos de carga en España. Actualmente las comunidades con más electrogasolineras son Cataluña, Madrid y la Comunidad Valenciana.
Estos centros actúan según la lógica del autoservicio, por lo que el usuario es el que se baja y conecta el dispositivo. Según la energía que gaste, pagará más o menos, como en cualquier recibo de la luz. El precio medio ronda los 0,50 euros por kWh de electricidad, aunque puede variar. Recargar 40 kWh te saldría por unos 20 euros.
Ahora ya sabes como funcionan las electrolineras. En nuestra web encontrarás información sobre cómo financiar la compra de un coche eléctrico.