Sin embargo, que no sea lo deseable no significa que no suceda habitualmente. Por consiguiente, has de estar preparado por si estas situaciones se acaban dando. Te ofrecemos información acerca de cómo encarar estos procesos.
Lo primero a tener en cuenta es que no tienes ninguna obligación de prestar dinero al familiar que te lo pida. Tienes que hacer una reflexión relativa a cómo se encuentra tu economía doméstica. Si prestas dinero a tu pariente y tu presupuesto está incluso peor que el suyo, vas a tener un doble inconveniente. Así que recuerda que solo debes plantearte prestar a un familiar los fondos que no vas a necesitar en un corto espacio de tiempo.
Por otro lado, de igual manera que has analizado tus estados contables para comprobar si es viable el préstamo, te conviene indagar acerca de los de tu pariente. Aunque se trate de una persona cercana, debes tener claro si tiene capacidad de devolución.
Son numerosas las formas en las que vas a poder hacer efectivo, en caso de que te lo puedas permitir, ese préstamo. Lo más importante, en este aspecto, es que siempre guardes un comprobante de cualquier operación que hayas realizado. Nos referimos a fórmulas que siempre dejen un rastro, tales como la transferencia bancaria o, incluso, el uso de aplicaciones de transferencia de dinero. Van a ser preferibles, por seguridad jurídica, a una entrega de efectivo en mano.
Está claro que la entrega de efectivo en mano que te comentamos en el anterior apartado puede ser muy cómoda. De hecho, tu pariente, seguramente acuciado por las prisas y quizá desconocedor de algunos trámites de los servicios institucionalizados de crédito, valore mucho una transacción de esta naturaleza.
No obstante, te conviene tener la cabeza fría y exigir las garantías de cumplimiento del trato al que lleguéis. Por lo general, tus condiciones van a ser más ligeras que las que ofrece la banca tradicional. En este sentido, puedes facilitar plazos más largos e, incluso, eliminar de la ecuación los habituales intereses.
En todo caso, tienes que realizar esta operación mediante la firma de un tipo de contrato conocido en el Código Civil como mutuo. Este documento ha de contener las cláusulas que rigen la transacción. Han de estar estipulados, entre otras cosas, la cantidad prestada y sus intereses, en caso de haberlos. Además, deben incluir el plazo de devolución y las penalizaciones o compensaciones si se incumple el contrato.
Si, después de leer las problemáticas asociadas a los préstamos entre familiares, no ves nada clara esa opción, puedes aconsejar a tu familiar los préstamos rápidos de Younited. Toma nota de las ventajas que le proporcionan.
Sobre todo, va a acceder a dinero de forma legal y a corto plazo. Ten en cuenta que, en menos de 48 horas tras subir toda la documentación, puede tener su préstamo aprobado. La agilidad de hacer estos trámites por Interne le permiten evitar algunos trámites tediosos e, incluso, complejos, como el de conseguir un aval.
No va a tener que aguantar esperas en colas ni gastos en papeleo. Y las condiciones para devolver el dinero van a ser muy favorables. Tanto que es muy posible que las prefiera a las del préstamo intrafamiliar. En resumen, menos problemas para todos.
En definitiva, prestar dinero a familiares es una cuestión que exige más racionalidad que emociones. Para evitar que las segundas eclipsen a las primeras, un préstamo de Younited es una buena solución.