Una opción cada vez más conocida es la reunificación de deudas. Pero ¿qué significa exactamente? ¿Realmente puede ayudarte? Y lo más importante: ¿es adecuada para ti?
En esta guía te explicamos de forma clara y cercana qué implica reunificar tus deudas, cómo hacerlo paso a paso, qué ventajas tiene, qué debes tener en cuenta y qué alternativas existen. Porque entendemos que tomar decisiones financieras importantes no siempre es fácil, y queremos ayudarte a hacerlo con toda la información en la mano.
Importante: En Younited no ofrecemos un servicio de reunificación de deudas como tal. Sin embargo, puedes utilizar un préstamo personal para reorganizar tus deudas. Esta guía tiene un carácter puramente informativo y no constituye una recomendación personalizada.
Reunificar deudas significa agrupar varios préstamos, créditos o pagos pendientes en un único producto financiero. En lugar de pagar diferentes cuotas a distintos prestamistas, pasarías a tener una sola cuota mensual que incluye todas esas obligaciones.
Esta operación no elimina la deuda ni reduce necesariamente su coste, pero puede facilitar su gestión. En muchos casos, implica alargar el plazo de devolución, lo que reduce el importe de la cuota mensual pero aumenta el coste total a pagar.
A continuación, explicamos los conceptos clave que regulan este tipo de situaciones según la normativa financiera:
La reunificación puede tener sentido en determinadas situaciones:
Recuerda: esta operación reorganiza tus pagos, pero no reduce tu deuda.
Reunificar deudas puede parecer una solución muy atractiva, y en muchos casos lo es. Pero también es importante tener una visión completa de lo que implica. A continuación te explicamos, sin rodeos, cuáles son las principales ventajas y desventajas de agrupar tus préstamos y créditos.
Agrupar deudas puede ayudarte a respirar más tranquilo, pero no es una decisión que deba tomarse a la ligera. Analiza bien tu situación, compara opciones y, si lo necesitas, pide asesoramiento antes de dar el paso
Si ya estás pensando que esta opción podría ayudarte, es normal que te preguntes: ¿y ahora qué tengo que hacer? La buena noticia es que el proceso de reunificación de deudas no es complicado, pero sí conviene tener claro qué pasos seguir y qué esperar en cada uno.
Te lo explicamos paso a paso:
Antes de iniciar el proceso, es importante saber si cumples con las condiciones básicas que suelen pedir las entidades financieras para conceder un préstamo de reunificación. Aunque cada caso se estudia de forma individual, estos son los requisitos más comunes:
Es muy importante entender que reunificar deudas no es gratis. Aunque puede ayudarte a bajar la cuota mensual, puede haber costes asociados que conviene tener en cuenta:
Para que lo veas más claro, vamos a ponerte en la piel de alguien que podría estar viviendo una situación donde necesita unareunificación de préstamos.
Laura tiene 38 años, trabaja como administrativa y cobra unos 1.600 € netos al mes. En los últimos años ha ido acumulando varias deudas que ahora le cuesta manejar:
En total, Laura paga 470 € al mes en tres fechas distintas. Y aunque siempre ha cumplido, últimamente le cuesta mucho llegar a final de mes. Siente que vive para pagar, y cada imprevisto es una preocupación.
Laura decide informarse sobre la reunificación y solicita un préstamo por 11.700 € (la suma de sus deudas más una pequeña comisión de apertura). Negocia un nuevo préstamo a 6 años con una cuota mensual de 230 €.
Así cambiaría su situación:
Concepto | Antes | Después de reunificar |
Número de cuotas | 3 | 1 |
Total que paga cada mes | 470 € | 230 € |
Tranquilidad y control financiero | Baja | Alta |
Coste total al final del préstamo | Menor | Mayor (por alargar el plazo) |
Eso sí, pagará más intereses a largo plazo. Pero en su caso, lo importante ahora mismo es poder vivir con menos presión económica y recuperar el control.
Reunificar deudas puede ser una buena solución para muchas personas, pero no siempre es la única ni la mejor. Según tu situación, puede que existan otras formas de aliviar tu carga financiera sin necesidad de pedir un nuevo préstamo.
Aquí te dejamos algunas opciones que también podrías valorar:
Renegociar las condiciones de tus préstamos actuales: antes de solicitar una reunificación, puedes intentar hablar con las entidades con las que ya tienes deudas.
Algunas pueden ofrecerte:
A veces, una conversación abierta puede ayudarte más de lo que imaginas.
Consolidar sólo algunas deudas: si no quieres reunificar todo, puedes optar por un préstamo menor para cancelar solo las deudas más urgentes (por ejemplo, las tarjetas con intereses muy altos) y seguir pagando el resto como hasta ahora.
Solicitar una tarjeta de transferencia de saldo (con cuidado): algunas tarjetas permiten traspasar saldos de otras deudas y ofrecen intereses bajos durante un tiempo. Pero cuidado: si no cancelas todo en el periodo promocional, el interés puede dispararse. Solo es útil si tienes capacidad de pago en el corto plazo.
Ajustar tu presupuesto y recortar gastos: a veces la solución no está fuera, sino dentro de tu propia economía. Revisar gastos, evitar compras aplazadas, cancelar suscripciones innecesarias y organizar mejor tus finanzas personales puede ayudarte a salir poco a poco del apuro sin necesidad de asumir nuevas deudas.
Acudir a un asesor financiero o una entidad de apoyo: existen entidades sin ánimo de lucro que ofrecen asesoramiento gratuito sobre cómo salir de una situación de sobreendeudamiento. No estás solo: pedir ayuda no es un signo de debilidad, sino un paso valiente.
Lo importante es que analices tu caso con calma y elijas la opción que mejor se adapte a ti. Reunificar puede ser una buena solución, pero no tiene por qué ser la única.
A continuación respondemos a algunas de las dudas más habituales que surgen cuando uno se plantea reunificar sus préstamos y créditos. Si te estás haciendo alguna de estas preguntas, no eres el único.
Estar incluido en un fichero de morosidad como ASNEF puede complicar mucho el acceso a una reunificación, pero no lo hace imposible en todos los casos.
Algunas entidades especializadas estudian cada caso de forma personalizada, sobre todo si la deuda es pequeña o ya está regularizada. Aun así, lo más recomendable es intentar salir de ASNEF antes de solicitar un nuevo préstamo, para aumentar tus posibilidades.
Sí, y de hecho es muy habitual. Las tarjetas de crédito suelen tener intereses más altos que los préstamos personales, por lo que incluirlas en una reunificación puede ayudarte a simplificar tus pagos y reducir la presión mensual.
Solo tienes que indicar a la entidad emisora del nuevo préstamo que una parte del dinero será para cancelar ese saldo pendiente.
No exactamente, aunque están relacionados.
Ambas son formas de mejorar tu situación financiera, pero reunificar agrupa, y refinanciar modifica.
Sí, de hecho, la reunificación más habitual se hace a través de un préstamo personal. Es una forma sencilla de agrupar deudas sin necesidad de garantías como una hipoteca o avales.
Es una buena opción si:
En muchos casos, es la alternativa más rápida y con menos trámites.
Depende de la entidad y de tu situación, pero en general, si tienes toda la documentación preparada, el proceso puede completarse en pocos días.
Algunas entidades dan respuesta en 24-48 horas. Otras, especialmente si revisan tu caso de forma manual o si hay que cancelar deudas con varios acreedores, pueden tardar algo más. Lo mejor es que preguntes directamente a la entidad para que te indiquen los plazos estimados.
Solo tú sabes cómo te sientes cada mes cuando llegan los recibos, cuando haces cuentas o cuando surge un imprevisto y no sabes cómo afrontarlo. Si sientes que tu situación financiera te está generando estrés, descontrol o ansiedad, quizás ha llegado el momento de buscar una solución que te devuelva la tranquilidad.
Reunificar tus deudas puede ayudarte a simplificar tu economía y reducir la presión mensual, pero no es una decisión que deba tomarse a la ligera. Tiene ventajas, pero también implica compromisos a largo plazo. Por eso es importante que valores si realmente te compensa en tu caso concreto.
En Younited, creemos que tomar el control de tus finanzas es un acto de valentía. Y si lo necesitas, estamos aquí para ayudarte a estudiar tu situación y encontrar, juntos, una solución justa, clara y adaptada a ti.
Porque tu bienestar financiero importa. Y merece estar bien gestionado, sin promesas vacías ni letra pequeña.